Hoy me apetecía mucho escribiros un poco de un tema muchas veces subestimado, pero fundamental en cualquier proceso de alto rendimiento cognitivo (como la preparación de oposiciones o al examen EIR de acceso a la especialidad).
¿SABES A LO QUE ME REFIERO?
Cuando hablamos de oposiciones/exámenes, pensamos en sacrificio, disciplina, largas horas de estudio y una enorme presión emocional. Sin embargo, pocas veces integramos de forma consciente un elemento que, desde la neurociencia y la psicología cognitiva, se ha demostrado
ESENCIAL para el aprendizaje y la gestión del estrés: el
BUEN HUMOR. Base neurobiológica del humor y su impacto en el cerebro: el humor activa múltiples áreas cerebrales, incluyendo el sistema límbico, el hipotálamo y especialmente el córtex prefrontal, zona clave en funciones ejecutivas como la planificación, el control de impulsos, la toma de decisiones y la memoria de trabajo. Además, provoca una liberación de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y las endorfinas, todos ellos relacionados con estados de ánimo positivos y con una mejora del rendimiento cognitivo.
El humor como facilitador del aprendizaje: desde una perspectiva pedagógica, el buen humor:
- Mejora la consolidación de la memoria: al asociar el aprendizaje con experiencias emocionales positivas, el recuerdo se fortalece.
- Aumenta la atención sostenida: estados emocionales positivos reducen la fatiga mental y mejoran la capacidad de concentración.
- Fomenta la flexibilidad cognitiva: el humor estimula el pensamiento divergente, esencial para resolver problemas de forma creativa, sobre todo en test psicotécnicos o en preguntas de desarrollo.
- Reduce la ansiedad de evaluación: un clima emocional favorable contrarresta el efecto del cortisol, la hormona del estrés, que interfiere en el acceso a la memoria a largo plazo.
- Humor y regulación emocional en la oposición: la preparación de oposiciones es un proceso prolongado, y por tanto, exige una regulación emocional sostenida.
El humor actúa como mecanismo de afrontamiento adaptativo, permitiendo reinterpretar situaciones frustrantes, aceptar el error como parte del proceso y mantener la motivación a largo plazo.
No se trata de tomarse el estudio a la ligera, sino de no dejar que el estudio nos quite la ligereza. El opositor que aprende a trabajar con seriedad sin perder la alegría está mejor equipado para sostener el esfuerzo, adaptarse al error y mantener el foco.
Porque
EN LA OPOSICIÓN, como en la vida,
NO GANA EL QUE MÁS SUFRE, SINO EL QUE MEJOR SE REGULA.
La evidencia científica lo confirma: el buen humor no es un lujo, es una estrategia cognitiva y emocional de alto rendimiento.
Y como tal, merece un lugar en tu planificación diaria.
Un besazo,
Naima R.